26. Por eso, el Dios de Israel suscitó contra ellos a Pul, es decir, a Tiglat Pileser, y este deportó a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés, y los llevó a Jalaj, Jabor, Jará y al río Gozán, hasta el día de hoy.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina