15. Dios mandó un Ángel a Jerusalén para exterminarla; pero cuando la estaba exterminando, el Señor miró y se arrepintió del mal que le infligía, y dijo al Ángel exterminador: "¡Basta ya! ¡Retira tu mano!". El Ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina