15. Cuando los amonitas vieron que los arameos habían huido, también ellos huyeron delante de Abisai, el hermano de Joab, y entraron en la ciudad. Joab, por su parte, se volvió a Jerusalén.





“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina