30. "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente treinta". Y el Señor respondió: "No lo haré si encuentro allí a esos treinta".





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina