Génesis, 11
11. Después que nació Arpaxad, Sem, vivió quinientos años, y tuvo hijos e hijas.
11. Después que nació Arpaxad, Sem, vivió quinientos años, y tuvo hijos e hijas.
Génesis 11 presenta la historia de la Torre de Babel, donde los descendientes de Noé, aún unidos en una lengua, deciden construir una torre que vino al cielo. Pero Dios confunde los idiomas de los constructores y los dispersa por la tierra. Los versos relacionados con los temas abordados en este capítulo son:
Salmo 2:4 - "El que está sentado en el cielo se ríe; el Señor se burla de ellos". Este versículo muestra la soberanía de Dios sobre los hombres, que a menudo intentan desafiar su autoridad y sabiduría, como en el caso de la Torre de Babel.
Proverbios 21:30 - "No hay sabiduría, ni comprensión, ni consejos contra el Señor". Esto resalta la inutilidad del intento de los hombres de construir algo que desafíe a Dios y su voluntad.
Hechos 2:5-11-Este extracto describe el momento en que el Espíritu Santo desciende a los discípulos de Jesús, permitiéndoles hablar de lenguas que fueron entendidas por los judíos de varias partes del mundo. Esta es una inversión de lo que sucedió en la Torre de Babel, cuando Dios confundió las lenguas para dispersar a las personas.
Apocalipsis 7:9 - "Después de estas cosas, miré, y aquí hay una multitud, que nadie podría decir, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, que estaban parados delante del trono y ante el cordero, con blanco y con con Palas de túnica blanca en las manos ". Este versículo muestra la restauración de la unidad entre naciones y idiomas, que se dividieron en la Torre de Babel.
1 Corintios 14:10 - "Hay, por ejemplo, muchos tipos diferentes de voces en el mundo, y ninguno de ellos no tiene sentido". Este versículo habla sobre la importancia de la comunicación y la comprensión entre las personas, incluso si hablan diferentes idiomas. Esta es una lección que se puede aprender de la historia de la Torre de Babel.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina
