8. y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina