Efesios, 6
14. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza.
14. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza.
Efesios 6 es un capítulo que trata la relación entre padres e hijos, caballeros y sirvientes, y la armadura de Dios. Los siguientes son cinco versos de otros libros bíblicos que se relacionan con los temas cubiertos de Efesios 6.
Colosenses 3:20-21: "Ustedes, hijos, obedecen en todos sus padres, porque esto es agradable para el Señor. Los padres, no irritan a sus hijos, que no pierden su estado de ánimo". Este versículo habla sobre la relación entre padres e hijos y la importancia de la obediencia de los niños y la paciencia de los padres, que se aborda en Efesios 6.
1 Pedro 2:18: "Tú, sirvientes, te someten con todo miedo, no solo buenos y humanos, sino también a los malvados". Este versículo habla sobre la sumisión de los sirvientes a sus maestros, que se aborda en Efesios 6.
1 Tesalonicenses 5:8: "Pero nosotros, que somos del día, estamos sobrios, vistiéndonos del peto de la fe y el amor, y teniendo la esperanza de salvación como casco". Este versículo habla sobre la importancia de la fe, el amor y la esperanza como parte de la armadura de Dios, que se describe en Efesios 6.
1 Pedro 5:8-9: "Sobertura sed, mira, porque el diablo, tu adversario, camina en derretir, bullicioso como un león, buscando a aquellos que pueden tragar; a lo que firme en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones se cumplen entre tus hermanos en el mundo ". Este versículo habla sobre la importancia de estar alerta y resistir el ataque del diablo, que se aborda en Efesios 6.
1 Timothy 6:12: "Lucha contra la buena batalla de la fe, se apoderó de la vida eterna, a la que también fue llamado, ya que ya hizo una buena confesión ante muchos testigos". Este versículo habla sobre la importancia de luchar por la fe y tomar posesión de la vida eterna, que se aborda en Efesios 6 a través de la descripción de la armadura de Dios y la necesidad de estar lista para la batalla espiritual.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina