3. Medirás convenientemente las distancias y dividirás en tres partes el país que el Señor, tu Dios, te dará como herencia, para que allí pueda refugiarse el que haya cometido un homicidio.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina