4. Esos siete días la levadura no deberá verse en todo tu territorio, y tampoco quedarán para el día siguiente restos de la carne sacrificada al atardecer del primer día.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina