2. Inmola al Señor, tu Dios, como víctima pascual, un animal del ganado mayor o menor, en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina