10. Los caldeos respondieron delante del rey, diciendo: "No hay ningún hombre sobre la tierra que pueda exponer lo que pide el rey, ya que ningún rey, por grande y poderoso que sea, ha pedido jamás una cosa semejante a un mago, adivino o caldeo.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina