2. La Amada: Yo duermo, pero mi corazón vela: oigo a mi amado que golpea. "¡Ábreme, hermana mía, mi amada, paloma mía, mi preciosa! Porque mi cabeza está empapada por el rocío y mi cabellera por la humedad de la noche".





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina