6. Y oí algo parecido al clamor de una enorme multitud, al estruendo de una catarata y al estallido de violentos truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque el Señor, nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido su Reino.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina