Löydetty 409 Tulokset: vuestro

  • Cuando un enemigo os ataque en vuestro propio terreno y tengáis que salir a la guerra, las trompetas darán toques vibrantes: el Señor se acordará de vosotros y os veréis libres de vuestros enemigos. (Números 10, 9)

  • En vuestras fiestas, solemnidades y novilunios tocaréis las trompetas anunciando vuestros holocaustos y sacrificios de reconciliación; y vuestro Dios se acordará de vosotros. Yo, el Señor, vuestro Dios". (Números 10, 10)

  • Esto os servirá para recordar, al mirarlos, los mandamientos del Señor y os ayudará a ponerlos en práctica sin que sigáis los deseos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que os han arrastrado a la infidelidad. (Números 15, 39)

  • De esta manera recordaréis los mandamientos del Señor, los pondréis en práctica y estaréis consagrados a vuestro Dios. (Números 15, 40)

  • Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os ha sacado de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, el Señor, vuestro Dios". (Números 15, 41)

  • Tomad cada uno vuestro incensario, poned en él el incienso y llegaos ante el Señor con vuestro incensario: 250 incensarios. Tú y Aarón, llegaos también con vuestro incensario". (Números 16, 17)

  • Yo he escogido a vuestros hermanos los levitas entre los israelitas; son vuestro don, han sido donados al Señor para hacer el servicio de la tienda de la reunión. (Números 18, 6)

  • Lo podréis comer en cualquier lugar, vosotros y los vuestros: es el salario por vuestro servicio en la tienda de la reunión. (Números 18, 31)

  • Pero si no obráis así, pecaréis contra el Señor, y sabed que vuestro pecado pesará sobre vosotros. (Números 32, 23)

  • Entonces os dije: Yo solo no puedo llevar todo vuestro peso; (Deuteronomio 1, 9)

  • el Señor, vuestro Dios, os ha multiplicado de tal manera que hoy sois tan numerosos como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 1, 10)

  • Pero ¿cómo puedo yo solo soportar vuestro peso, vuestras cargas y vuestros pleitos? (Deuteronomio 1, 12)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina