Löydetty 1362 Tulokset: vosotros

  • No fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Dios. Él me ha hecho padre del Faraón y señor de toda su casa, gobernador de todo el país de Egipto. (Génesis 45, 8)

  • Vosotros y mi hermano Benjamín veis con vuestros propios ojos que es mi boca la que os habla. (Génesis 45, 12)

  • No os duela dejar vuestras casas, porque lo mejor de la tierra de Egipto será para vosotros". (Génesis 45, 20)

  • José dijo al pueblo: "Os he comprado a vosotros y a vuestras tierras para el Faraón; pero ahora aquí tenéis simiente, sembrad las tierras. (Génesis 47, 23)

  • Aquel día Israel los bendijo diciendo: "Por vosotros Israel bendecirá así: Que Dios os haga como a Efraín y Manasés". Y puso a Efraín delante de Manasés. (Génesis 48, 20)

  • Israel dijo a José: "Yo me voy a morir; pero Dios estará con vosotros y os llevará de nuevo a la tierra de vuestros padres. (Génesis 48, 21)

  • Jacob llamó a sus hijos y les dijo: "Reuníos, que os voy a decir lo que será de vosotros en los días venideros. (Génesis 49, 1)

  • Ciertamente vosotros os portasteis mal conmigo, pero Dios lo cambió en bien, para hacer lo que hoy estamos viendo, para mantener en vida a un gran pueblo. (Génesis 50, 20)

  • Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos". De esta manera los consoló hablándoles a su corazón. (Génesis 50, 21)

  • Moisés dijo a Dios: "Bien, yo me presentaré a los israelitas y les diré: El Dios de nuestros padres me ha enviado a vosotros. Pero si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?". (Exodo 3, 13)

  • Dios dijo a Moisés: "Yo soy el que soy. Así responderás a los israelitas: Yo soy me ha enviado a vosotros". (Exodo 3, 14)

  • Y continuó: "Dirás así a los israelitas: El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste mi recuerdo por todos los siglos". (Exodo 3, 15)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina