Löydetty 71 Tulokset: viña

  • Lo agarraron, lo mataron y lo echaron fuera de la viña. (Marcos 12, 8)

  • ¿Qué hará el dueño de la viña? Irá él, acabará con los viñadores y dará la viña a otros. (Marcos 12, 9)

  • Les contó esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña; fue a buscar higos en ella, y no los encontró. (Lucas 13, 6)

  • Se puso luego a decir al pueblo esta parábola: "Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos viñadores y se fue de viaje por mucho tiempo. (Lucas 20, 9)

  • El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo querido; a él lo respetarán. (Lucas 20, 13)

  • Lo echaron fuera de la viña, y lo mataron. ¿Qué hará con ellos el dueño de la viña? (Lucas 20, 15)

  • Irá, acabará con los viñadores y dará la viña a otros". Al oír esto dijeron: "¡No lo quiera Dios!". (Lucas 20, 16)

  • ¿Cuándo se ha visto que un militar haga la guerra a sus expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño y no toma leche del rebaño? (I Corintios 9, 7)

  • ¿Acaso, hermanos míos, la higuera puede producir aceitunas y la viña higos? El agua salada no dará jamás agua dulce. (Santiago 3, 12)

  • Salió todavía del altar otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: "Echa tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, pues la uva está madura". (Apocalipsis 14, 18)

  • El ángel echó la hoz afilada sobre la tierra y vendimió la viña de la tierra, y arrojó las uvas en la gran cuba de la ira de Dios. (Apocalipsis 14, 19)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina