Löydetty 1320 Tulokset: van

  • llegaron unos pastores y las echaron de allí. Entonces Moisés se levantó, salió en defensa de las jóvenes y abrevó su rebaño. (Exodo 2, 17)

  • Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en un asno y se fue a Egipto, llevando en su mano el bastón de Dios. (Exodo 4, 20)

  • Moisés y Aarón hicieron como el Señor había ordenado; Aarón levantó el bastón, golpeó las aguas del río a la vista del Faraón y sus siervos, y las aguas se convirtieron en sangre. (Exodo 7, 20)

  • El Señor dijo a Moisés: "Levántate temprano mañana; preséntate al Faraón a la hora de ir al baño, y dile: Esto dice el Señor: Deja salir a mi pueblo para que me sirva. (Exodo 8, 16)

  • El Señor dijo a Moisés: "Levántate mañana temprano, preséntate al Faraón y dile: Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: Deja ir a mi pueblo para que me sirva. (Exodo 9, 13)

  • ¿Tú te atreves a levantarte contra mi pueblo para no dejarle partir? (Exodo 9, 17)

  • Moisés respondió: "En cuanto salga de la ciudad levantaré al Señor mis manos, cesarán los truenos y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Señor. (Exodo 9, 29)

  • El Faraón se levantó de noche, él, todos sus servidores y todos los egipcios, y hubo llanto general en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. (Exodo 12, 30)

  • Dios hizo dar un rodeo al pueblo, llevándolo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. (Exodo 13, 18)

  • Frenó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios se dijeron: "Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos contra los egipcios". (Exodo 14, 25)

  • Tú los guías y los plantas en el monte de tu heredad, en el lugar de tu mansión que has preparado, en el santuario que tus manos, oh Señor, han levantado. (Exodo 15, 17)

  • Moisés hizo partir a los israelitas del mar Rojo. Avanzaron hacia el desierto de Sur y caminaron tres días sin encontrar agua. (Exodo 15, 22)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina