Löydetty 1754 Tulokset: uno
Hermanos, no habléis mal unos de otros. El que habla mal de su hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga la ley; y si juzgas la ley no eres cumplidor de la ley, sino juez. (Santiago 4, 11)
Uno solo es el legislador y juez, el cual puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? (Santiago 4, 12)
Hermanos, no os quejéis unos de otros, para que no seáis condenados. Mirad que el juez está a las puertas. (Santiago 5, 9)
¿Está afligido alguno de vosotros? Que rece. ¿Está alegre? Que cante. (Santiago 5, 13)
Confesaos los pecados unos a otros y rezad unos por otros, para que os curéis. La oración fervorosa del justo tiene un gran poder. (Santiago 5, 16)
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le hace volver al buen camino, (Santiago 5, 19)
Y si invocáis como Padre al que juzga imparcialmente a cada uno según sus obras comportaos respetuosamente mientras estáis de paso en este mundo. (I Pedro 1, 17)
Purificados por la obediencia a la verdad con el fin de llegar a una fraternidad sincera amaos entrañablemente unos a otros, (I Pedro 1, 22)
Vosotras mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, para que si alguno de ellos se muestra reacio a la palabra, pueda ser ganado sin necesidad de palabras por vuestra conducta (I Pedro 3, 1)
los cuales se habían mostrado reacios a la fe en otro tiempo en los días de Noé cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca en la cual unos pocos ocho personas se salvaron del agua; (I Pedro 3, 20)
Ante todo amaos ardientemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de todos los pecados. (I Pedro 4, 8)
Practicad de todo corazón la hospitalidad unos con otros. (I Pedro 4, 9)