Löydetty 292 Tulokset: tribu de Neftalí

  • de Transjordania, de la tribu de Rubén, Gad y la otra media de Manasés, 120.000 hombres perfectamente equipados para la guerra. (I Crónicas 12, 38)

  • Más aún, desde los alrededores inmediatos hasta las lejanas tribus de Isacar, Dan y Neftalí venían a Hebrón con asnos, camellos, mulos y bueyes con pan, harina, higos, pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abudancia, pues era fiesta en Israel. (I Crónicas 12, 41)

  • La orden del rey había desagradado tanto a Joab, que no hizo el censo de la tribu de Leví y Benjamín. (I Crónicas 21, 6)

  • Moisés fue un hombre de Dios, y sus hijos fueron computados con la tribu de Leví. (I Crónicas 23, 14)

  • El rey David nombró a 2.700 hermanos de Yerías, hombres valerosos y jefes de familias, como inspectores de las tribus de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés, en todos los asuntos referentes a Dios y al rey. (I Crónicas 26, 32)

  • de Zabulón, Yismayas, hijo de Abdías; de Neftalí, Yerimot, hijo de Azriel; (I Crónicas 27, 19)

  • de Efraín, Oseas, hijo de Azarías; de la media tribu de Manasés, Joel, hijo de Pedayas; (I Crónicas 27, 20)

  • de la media tribu de Manasés en Galaad, Yidón, hijo de Zacarías; de Benjamín, Yasiel, hijo de Abner; (I Crónicas 27, 21)

  • David convocó en Jerusalén a todos los jefes de Israel; jefes de tribu, jefes de las divisiones al servicio del rey, oficiales de millares y centurias, superintendentes de la hacienda, ganadería e hijos del rey, eunucos y héroes, todo el personal de valía. (I Crónicas 28, 1)

  • Ben Hadad dio oídos a Asá y mandó a los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel, conquistando Iyón, Dan, Abel-Mayó y todas las ciudades de aprovisionamiento de Neftalí. (II Crónicas 16, 4)

  • Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí y sus respectivos anejos; (II Crónicas 34, 6)

  • Historia de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, descendientes de Asiel, de la tribu de Neftalí, (Tobías 1, 1)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina