Löydetty 2237 Tulokset: todo es vanidad

  • Que en este punto nadie abuse ni engañe a su hermano, pues el Señor tomará venganza de todo esto, como ya os lo dejamos dicho y recalcado. (I Tesalonicenses 4, 6)

  • Por tanto, el que desprecie todo esto no desprecia a un hombre, sino a Dios, el cual os da su Espíritu Santo. (I Tesalonicenses 4, 8)

  • y a que con todo empeño os afanéis en vivir pacíficamente, ocupándoos en vuestros quehaceres y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos recomendado. (I Tesalonicenses 4, 11)

  • Andarán diciendo: "Todo es paz y seguridad"; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar. (I Tesalonicenses 5, 3)

  • Examinadlo todo, y quedaos con lo bueno. (I Tesalonicenses 5, 21)

  • Que el Dios de la paz os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea conservado irreprochablemente para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (I Tesalonicenses 5, 23)

  • que se levantará contra todo lo divino y todo lo que tenga carácter religioso, hasta llegar a sentarse en el santuario de Dios, haciéndose pasar a sí mismo por Dios. (II Tesalonicenses 2, 4)

  • Si alguno no hace caso de lo que decimos en esta carta, señaladle y cortad todo trato con él, para que así se sienta avergonzado. (II Tesalonicenses 3, 14)

  • Algunos se han desviado de todo esto y se han perdido en vanas palabrerías, (I Timoteo 1, 6)

  • los lujuriosos, los homosexuales, los traficantes de esclavos, los mentirosos, los que juran en falso; en una palabra, para todo el que se opone a la sana doctrina (I Timoteo 1, 10)

  • Te ruego, ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, (I Timoteo 2, 1)

  • Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos limpias, sin ira ni rencores. (I Timoteo 2, 8)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina