Löydetty 38 Tulokset: seguir

  • Pero Jehú no se cuidó de seguir la ley del Señor, Dios de Israel, con todo su corazón, y no se apartó del pecado de Jeroboán, el que hizo pecar a Israel. (II Reyes 10, 31)

  • Luego, de pie en el estrado, selló ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma, y de cumplir las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. Y todo el pueblo ratificó la alianza. (II Reyes 23, 3)

  • "Esto dice Senaquerib, rey de Asiria: ¿En qué ponéis vuestra confianza para seguir viviendo sitiados en Jerusalén? (II Crónicas 32, 10)

  • Y luego, de pie en el estrado, selló ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, de guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma y de cumplir las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. (II Crónicas 34, 31)

  • El segundo día, los cabezas de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron con Esdras, el escriba, para seguir escuchando las palabras de la ley. (Nehemías 8, 13)

  • Los guiaste de día mediante una columna de nube, de noche con una columna de fuego para alumbrarles el camino que tenían que seguir. (Nehemías 9, 12)

  • Toda ciudad o región que se niegue a seguir estas órdenes sea pasada a hierro y fuego y quede inhabitable para los hombres y eternamente detestable incluso para las fieras y aves del cielo". (Ester 16, 24)

  • ¿Cuál es mi fuerza para seguir esperando? ¿Cuál mi destino para seguir viviendo? (Job 6, 11)

  • ¿Quieres, pues, seguir la antigua ruta por la que caminaron los malvados? (Job 22, 15)

  • ¿Quién puede señalarle el camino a seguir o se atreverá a decirle: "Has hecho mal"? (Job 36, 23)

  • ¿Quién hay que sea fiel al Señor? Él le indica el camino que debe seguir; (Salmos 25, 12)

  • Yo quiero enseñarte, indicarte el camino que tienes que seguir, quiero darte un consejo, quiero mirar por ti. (Salmos 32, 8)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina