Löydetty 327 Tulokset: reyes

  • Señor, a nosotros la vergüenza, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. (Daniel 9, 8)

  • Ahora pues, te anunciaré la verdad. Mira, todavía habrá tres reyes en Persia. El cuarto superará en riqueza a todos los precedentes y, en cuanto se haya hecho poderoso por sus riquezas, lanzará todas sus fuerzas contra el rey de Grecia. (Daniel 11, 2)

  • En cuanto a los dos reyes, su corazón no pensará más que en hacerse daño y, aun sentados a la misma mesa, se dirán mentiras. Pero nada lograrán, pues falta tiempo aún para el momento fijado. (Daniel 11, 27)

  • Palabra del Señor que fue dirigida a Oseas, hijo de Beerí, en tiempo de Ozías, Yotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, en los días de Joás, rey de Israel. (Oseas 1, 1)

  • Han establecido reyes sin contar conmigo; han nombrado jefes sin mi aprobación. Con su plata y su oro se han hecho ídolos para su propia ruina. (Oseas 8, 4)

  • Aunque reparta regalos entre las naciones, ahora yo los voy a dispersar, y pronto dejarán de surgir reyes y príncipes. (Oseas 8, 10)

  • Palabra del Señor dirigida a Miqueas, de Moréset, en tiempo de Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Sus visiones sobre Samaría y Jerusalén. (Miqueas 1, 1)

  • Por eso habrás de renunciar a Moréset-Gat; Bet-Aczib será una desilusión para los reyes de Israel. (Miqueas 1, 14)

  • Esa gente se ríe de los reyes, y se burla de los príncipes; las fortalezas son para ellos como un juego, levantan terraplenes y las toman. (Habacuc 1, 10)

  • Cambiaré los tronos de los reinos y destruiré el poder de los reyes de las naciones. Volcaré los carros de guerra y a sus conductores; caballos y jinetes caerán cada uno por la espada de su hermano. (Ageo 2, 22)

  • Seréis conducidos por mi causa ante los gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos y ante los paganos. (Mateo 10, 18)

  • ¿Pues qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Los que visten lujosamente están en los palacios de los reyes. (Mateo 11, 8)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina