Löydetty 310 Tulokset: profeta Eliseo

  • Eliseo le dijo: "Llámala". La llamó, y ella se presentó a la puerta. (II Reyes 4, 15)

  • Eliseo le dijo: "El año próximo, por estas fechas, tendrás en brazos un hijo". Ella respondió: "No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva". (II Reyes 4, 16)

  • Y aquella mujer concibió, y al año siguiente, por aquellas fechas, dio a luz un hijo, tal como Eliseo le había anunciado. (II Reyes 4, 17)

  • Entonces Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño". (II Reyes 4, 29)

  • Pero la madre del niño replicó: "¡Por el Señor y por tu vida que no te dejaré!". Eliseo se levantó y la siguió. (II Reyes 4, 30)

  • Guejazí se les adelantó y puso el bastón sobre el rostro del niño, pero no resolló ni dio señal de vida. Entonces fue al encuentro de Eliseo, y le dijo: "El niño no se ha despertado". (II Reyes 4, 31)

  • Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño estaba muerto, echado en su cama. (II Reyes 4, 32)

  • Eliseo se apartó y se puso a pasear por la casa de acá para allá. Luego subió y se tendió sobre él. Entonces el niño estornudó hasta siete veces y abrió los ojos. (II Reyes 4, 35)

  • El profeta llamó a Guejazí, y le dijo: "Llama a la sunamita". La llamó y, cuando entró, Eliseo dijo: "Toma a tu hijo". (II Reyes 4, 36)

  • Eliseo regresó a Guilgal. En el país había carestía. Y estando un día con él los discípulos de los profetas, dijo a su siervo: "Pon la olla grande y cuece unas viandas para los discípulos de los profetas". (II Reyes 4, 38)

  • Un hombre llegó de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada y espigas nuevas en su alforja. Eliseo ordenó: "Dalo a las gentes para que coman". (II Reyes 4, 42)

  • Y dijo a su señora: "¡Si mi señor se presentase al profeta que hay en Samaría, él le libraría de su lepra!". (II Reyes 5, 3)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina