Löydetty 40 Tulokset: primicias
sino que reconocerá como primogénito al hijo de la que no quiere, asignándole dos partes, porque este hijo es las primicias de su virilidad y suyo es el derecho de primogenitura. (Deuteronomio 21, 17)
tomarás las primicias de todos los frutos del suelo que hayas hecho germinar en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, las pondrás en una cesta e irás con ella al lugar elegido por el Señor, tu Dios, para hacer habitar en él su nombre. (Deuteronomio 26, 2)
Y ahora aquí traigo las primicias de los frutos de la tierra que el Señor me ha dado. Las dejarás delante del altar del Señor, tu Dios, y te postrarás en su presencia. (Deuteronomio 26, 10)
con las primicias de las viejas montañas, con lo mejor de los collados eternos, (Deuteronomio 33, 15)
Un hombre llegó de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada y espigas nuevas en su alforja. Eliseo ordenó: "Dalo a las gentes para que coman". (II Reyes 4, 42)
Tan pronto como se hizo pública la orden, los israelitas entregaron con gran generosidad las primicias del trigo, del mosto, del aceite, de la miel y de todos los productos del campo, y la décima parte de todos sus productos. (II Crónicas 31, 5)
Coré, hijo de Yimná, el levita, portero de la puerta oriental, estaba encargado de las ofrendas voluntarias hechas a Dios: debía distribuir las primicias ofrecidas al Señor y las cosas consagradas. (II Crónicas 31, 14)
a traer cada año al templo del Señor las primicias de nuestras cosechas y de los frutos de todos los árboles, (Nehemías 10, 36)
traer además a los sacerdotes, a las salas del templo de nuestro Dios, las primicias de nuestra harina, de los frutos de toda clase de árboles, del vino y del aceite; y dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas -los levitas mismos lo recogerán en todas las ciudades de nuestra labranza-. (Nehemías 10, 38)
En aquel tiempo se nombraron intendentes de los almacenes destinados a guardar las provisiones, las ofrendas, las primicias y los diezmos, para que recogiesen de ellas, del territorio de las diversas ciudades, las porciones legales correspondientes a los sacerdotes y levitas, pues los de Judá estaban contentos con los sacerdotes y levitas en funciones. (Nehemías 12, 44)
la ofrenda de la leña en sus plazos señalados y la de las primicias. ¡Acuérdate de mí, oh Dios mío, para mi bien! (Nehemías 13, 31)
Sin embargo, yo, la mayoría de las veces solo, iba a Jerusalén para participar en las fiestas, como está mandado a todo Israel con mandamiento eterno, llevando las primicias, la décima parte de las cosechas y las primicias del esquileo de las ovejas, (Tobías 1, 6)