Löydetty 30 Tulokset: podréis

  • Tropezarán y caerán unos sobre otros, como cuando se huye delante de la espada, sin que sean en realidad perseguidos. No podréis resistir ante vuestros enemigos, (Levítico 26, 37)

  • Lo podréis comer en cualquier lugar, vosotros y los vuestros: es el salario por vuestro servicio en la tienda de la reunión. (Números 18, 31)

  • El séptimo día lavad vuestros vestidos, y quedaréis puros. Luego podréis entrar en el campamento". (Números 31, 24)

  • entonces, una vez sometida la tierra al Señor, podréis volver y quedaréis exonerados ante el Señor y ante Israel, y este territorio será vuestra propiedad en presencia del Señor. (Números 32, 22)

  • De los anmales acuáticos podréis comer los que tienen aletas y escamas, (Deuteronomio 14, 9)

  • Podréis comer toda ave pura. (Deuteronomio 14, 11)

  • Josué dijo al pueblo: "Vosotros no podréis servir al Señor, porque él es un Dios santo, un Dios celoso, y no soportará vuestros delitos ni vuestros pecados. (Josué 24, 19)

  • Infórmate, y averiguarás quién soy yo y quiénes mis aliados. Ellos dicen que no podréis resistirnos, pues ya dos veces fueron derrotados tus padres en tu país. (I Macabeos 10, 72)

  • capital de Efraín es Samaría, y cabeza de Samaría el hijo de Romelías. Dentro de cinco o seis años, Efraín será destruido, dejará de ser pueblo. Si no creéis, no podréis subsistir. (Isaías 7, 9)

  • Y esto te servirá de señal: Se comerá este año el grano caído y al año siguiente lo que brote sin sembrar; pero al tercer año podréis sembrar y cosechar, plantar viñas y comer su fruto. (Isaías 37, 30)

  • ¿Puede un negro cambiar su piel o un leopardo sus manchas? ¿Y vosotros, habituados al mal, podréis hacer el bien? (Jeremías 13, 23)

  • Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso. (Jeremías 35, 15)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina