Löydetty 32 Tulokset: plaga del Nilo

  • Dos años después, el Faraón tuvo este sueño: Estaba junto al Nilo, (Génesis 41, 1)

  • y del Nilo subían siete hermosas y gordas vacas, que se pusieron a pastar entre los juncos de la orilla. (Génesis 41, 2)

  • Detrás de ellas subieron del Nilo otras siete vacas escuálidas y flacas, que se pusieron junto a las primeras en la ribera del Nilo. (Génesis 41, 3)

  • y he aquí que del Nilo subían siete hermosas y gordas vacas que se pusieron a pastar entre los juncos. (Génesis 41, 18)

  • El Señor dijo a Moisés: "Sólo una plaga más voy a traer sobre el Faraón y sobre Egipto; después de ella, no sólo os dejará marchar, sino que os echará de aquí. (Exodo 11, 1)

  • La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; al ver la sangre, pasaré de largo y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera a Egipto. (Exodo 12, 13)

  • Y el Señor dijo a Moisés: "Pasa delante del pueblo, toma contigo algunos ancianos de Israel, lleva en la mano el bastón con el que golpeaste el Nilo, y vete. (Exodo 17, 5)

  • "Cuando cuentes a los israelitas para hacer su censo, cada uno de los sujetos a él ofrecerá al Señor un rescate por su persona en el momento de hacer el censo, para que no venga sobre ellos plaga alguna durante el censo. (Exodo 30, 12)

  • Todavía tenían la carne entre los dientes, sin haberla aún acabado, cuando el Señor montó en cólera contra el pueblo y lo hirió con una gran plaga. (Números 11, 33)

  • ¿No era bastante el crimen de Fegor, del cual no nos hemos purificado todavía y por el que cayó aquella plaga sobre la comunidad del Señor? (Josué 22, 17)

  • Ellos preguntaron: "¿Cuál debe ser esa ofrenda de reconciliación?". Respondieron: "Cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, una por cada jefe filisteo, porque la plaga fue la misma para vosotros y para vuestros jefes. (I Samuel 6, 4)

  • Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, si el enemigo los asedia en alguna de sus ciudades; en cualquier plaga o enfermedad, (I Reyes 8, 37)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina