Löydetty 49 Tulokset: pesar

  • Pero la reina Vasti se negó, a pesar del mandato del rey transmitido por los eunucos. El rey se enfadó mucho, montó en cólera y (Ester 1, 12)

  • Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? A pesar de mis gritos, no acudes a salvarme; (Salmos 22, 2)

  • vana cosa es un caballo para la victoria; a pesar de su fuerza, no puede salvar. (Salmos 33, 17)

  • los ojos se les saltan a pesar de estar tan gordos y dejan traslucir la falsedad del corazón; (Salmos 73, 7)

  • A pesar de todo, volvieron a pecar y no dieron crédito a los prodigios del Señor. (Salmos 78, 32)

  • A pesar de esto, muchos israelitas permanecieron firmes y resueltos a no comer alimentos inmundos. (I Macabeos 1, 62)

  • y cómo habían sometido a aquel país con prudencia y perseverancia, a pesar de ser un país lejano; cómo habían derrotado a los reyes que los habían atacado desde los confines de la tierra, infligiéndoles fuerte derrota, y cómo los demás les pagaban un tributo anual. (I Macabeos 8, 4)

  • A pesar de esto, ninguno de ellos se ha hecho coronar ni ha vestido la púrpura para engrandecerse. (I Macabeos 8, 14)

  • Pero Menelao, cuando tomó posesión del cargo, no se preocupó de pagar el dinero prometido, a pesar de las intimaciones de Sóstrates, jefe de la acrópolis, (II Macabeos 4, 27)

  • y el que tuvo lugar en Babilonia en la batalla contra los gálatas, en la que lucharon ocho mil judíos y cuatro mil macedonios; y a pesar de que los macedonios no sabían qué hacer, los ocho mil judíos aniquilaron a ciento veinte mil enemigos con la ayuda que les vino del cielo, y consiguieron un gran botín. (II Macabeos 8, 20)

  • Aquel mismo que con arrogancia sobrehumana creía poder imperar a las olas del mar y soñaba poder pesar en su balanza las cimas de los montes, tenía que ser llevado en una litera, dando a todos testimonio evidente de la omnipotencia de Dios. (II Macabeos 9, 8)

  • A pesar de esto, Nicanor, conociendo el valor de los de Judas y el entusiasmo con que luchaban por la patria, no quiso aventurarse a ponerlo todo a prueba de sangre. (II Macabeos 14, 18)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina