Löydetty 2607 Tulokset: pero

  • Poco, realmente, era lo que tenías antes de mi venida, mientras que ahora ha aumentado grandemente bajo mi dirección y el Señor te ha bendecido. Pero ¿cuándo podré hacer yo también algo por mi casa?". (Génesis 30, 30)

  • Pero ante las débiles no las ponía. Y así las crías débiles eran para Labán y las robustas para Jacob. (Génesis 30, 42)

  • y les dijo: "Veo que vuestro padre ya no me mira como antes, pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. (Génesis 31, 5)

  • Podría ahora hacerte mal; pero el Dios de tu padre me ha dicho la noche pasada: Guárdate de hablar a Jacob, ni bien ni mal. (Génesis 31, 29)

  • ¡Pero aquel en cuyo poder encuentres tus dioses, no vivirá! Delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tuviera tuyo y llévatelo". Jacob no sabía que los había robado Raquel. (Génesis 31, 32)

  • Labán entró en la tienda de Jacob, en la de Lía y en las de las esclavas, pero no encontró nada. Pasó luego a la de Raquel; (Génesis 31, 33)

  • pero ésta había tomado los ídolos y los había escondido debajo de la albarda del camello, sentándose encima de ellos. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no los encontró. (Génesis 31, 34)

  • Raquel le dijo: "No se enfade mi señor si no puedo levantarme ante él, pues tengo lo que es habitual en las mujeres". Así él buscó y rebuscó, pero no pudo encontrar sus ídolos. (Génesis 31, 35)

  • Jacob se enteró de que Siquén había deshonrado a Dina; pero como sus hijos estaban en el campo con el ganado, se calló hasta que ellos regresaron. (Génesis 34, 5)

  • Imponedme una dote alta y grandes regalos; os daré lo que me digáis, pero dadme la joven por mujer". (Génesis 34, 12)

  • Pero si no os avenís a ello y no queréis circuncidaros, tomaremos a nuestra hija y nos iremos". (Génesis 34, 17)

  • Pero estos hombres se avienen a vivir con nosotros, para formar un solo pueblo, con la condición de que todos nuestros varones se circunciden como lo están ellos. (Génesis 34, 22)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina