Löydetty 2607 Tulokset: pero

  • Pero nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos queridos del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvaros por la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. (II Tesalonicenses 2, 13)

  • Pero el Señor sí es de fiar; él os fortalecerá y os defenderá del maligno. (II Tesalonicenses 3, 3)

  • a mí, que fui antes un blasfemo y violento perseguidor de la Iglesia. Pero tuvo misericordia conmigo, porque, careciendo de fe, obré por ignorancia; (I Timoteo 1, 13)

  • Pero la que lleva una vida alegre, viviendo está muerta. (I Timoteo 5, 6)

  • y ciertamente lo es, pero para el que se contenta con lo necesario. (I Timoteo 6, 6)

  • Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas, y practica la justicia, la religiosidad, la fe, el amor, la paciencia, la amabilidad. (I Timoteo 6, 11)

  • Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado. (II Timoteo 1, 12)

  • y por el que sufro estas cadenas, como si fuera un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. (II Timoteo 2, 9)

  • los cuales tienen una apariencia de religiosidad, pero en realidad están lejos de ella. Apártate de ellos. (II Timoteo 3, 5)

  • Pero no llegarán muy lejos, porque su insensatez, como la de ellos, será manifiesta a todos. (II Timoteo 3, 9)

  • Pero tú me has seguido de cerca en la doctrina, en mi conducta, en mis planes, en la fe, en la paciencia, en el amor, en la constancia, (II Timoteo 3, 10)

  • en las persecuciones y en los sufrimientos que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, donde tantas penalidades tuve que sufrir; pero de todas ellas me libró el Señor. (II Timoteo 3, 11)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina