Löydetty 220 Tulokset: pacto eterno
Vosotros decís: Hemos firmado un pacto con la muerte, con el abismo hemos hecho un pacto: cuando pase el azote destructor, no nos alcanzará, porque hemos puesto en la mentira nuestro abrigo, nuestro refugio en el engaño. (Isaías 28, 15)
Será anulado vuestro pacto con la muerte, no valdrá vuestro pacto con el abismo; cuando pase el azote destructor os aplastará; (Isaías 28, 18)
¿No lo sabes? ¿No lo has oído? El Señor es un Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, su inteligencia es insondable. (Isaías 40, 28)
Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David. (Isaías 55, 3)
yo les daré en mi casa, entre mis muros, un memorial y un nombre mejor que hijos e hijas; un nombre eterno les daré, que nunca más se borrará. (Isaías 56, 5)
En cuanto a mí, éste es mi pacto con ellos, dice el Señor: Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre. (Isaías 59, 21)
Pues yo, el Señor, amo la justicia y odio la rapiña y el crimen. Fielmente les daré su recompensa y haré con ellos un pacto eterno. (Isaías 61, 8)
¿el que al lado de Moisés hizo marchar su brazo glorioso, y dividió las aguas ante ellos logrando así un eterno renombre?; (Isaías 63, 12)
En cambio, el Señor es el Dios verdadero, el Dios viviente, el rey eterno; cuando él se irrita, la tierra se estremece, y las naciones no pueden soportar su cólera. (Jeremías 10, 10)
De lejos el Señor se le ha aparecido. Con amor eterno te he amado, por eso te trato con lealtad. (Jeremías 31, 3)
el grito de alegría y alborozo, el canto del esposo y de la esposa, la voz de aquellos que, al llevar al templo del Señor los sacrificios de acción de gracias, cantarán: "Dad gracias al Señor omnipotente, porque el Señor es bueno, porque es eterno su amor". Pues yo voy a cambiar la suerte de este país a su condición primera, dice el Señor. (Jeremías 33, 11)
Esto dice el Señor: Yo, que he hecho un pacto con el día y con la noche, y que he fijado leyes al cielo y a la tierra, (Jeremías 33, 25)