Löydetty 191 Tulokset: ovejas y vacas de Abraham

  • Harás lo mismo con el primogénito de tus vacas y de tus ovejas. Siete días permanecerá con su madre, y al octavo me lo darás. (Exodo 22, 29)

  • Que nadie suba contigo, ni se vea a nadie en toda la montaña, ni siquiera ovejas o bueyes pastando". (Exodo 34, 3)

  • Todo primogénito me pertenece, y también todo primer nacido macho de tus ganados, ovejas o vacas. (Exodo 34, 19)

  • Si su ofrenda es un holocausto de ganado menor, ovejas o cabras, ofrecerá un macho sin defecto. (Levítico 1, 10)

  • No aceptarás rescate por los primogénitos de las vacas, ovejas y cabras. Éstas son cosas santas; verterás su sangre sobre el altar, quemarás las grasas como ofrenda quemada de olor agradable al Señor, (Números 18, 17)

  • De la mitad correspondiente a los combatientes, reserva como tributo al Señor el uno por quinientos en hombres, bueyes, asnos y ovejas; (Números 31, 28)

  • De la mitad correspondiente a los israelitas tomarás el uno por cincuenta en hombres, bueyes, asnos, ovejas y animales de toda clase, y se lo darás a los levitas que cuidan de la morada del Señor". (Números 31, 30)

  • Te amará, te bendecirá, te multiplicará: bendecirá el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, tu trigo, tu mosto, tu aceite, las crías de tus vacas y las de tus ovejas, en favor tuyo. (Deuteronomio 7, 13)

  • cuando hayas visto multiplicarse tus bueyes y tus ovejas, tu plata, tu oro y todos tus bienes, (Deuteronomio 8, 13)

  • No podrás comer en tu residencia los diezmos de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, ni los primogénitos de tus vacas y tus ovejas, ni tus votos u ofrendas voluntarias, (Deuteronomio 12, 17)

  • Allí adquirirás con ello lo que quieras: bueyes, ovejas, vino y otra bebida fermentada; en una palabra, lo que quieras; lo comerás allí en presencia del Señor, tu Dios, y te regocijarás tú y tu familia. (Deuteronomio 14, 26)

  • Todo primogénito macho de tu ganado mayor o menor lo consagrarás al Señor, tu Dios. No trabajarás con los primogénitos de tus vacas ni esquilarás los primogénitos de tus ovejas, (Deuteronomio 15, 19)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina