Löydetty 512 Tulokset: otro

  • Una vez fuera de casa, esta mujer puede casarse con otro. (Deuteronomio 24, 2)

  • No tendrás en tu saco dos pesos, uno grande y otro pequeño. (Deuteronomio 25, 13)

  • Te casarás con una mujer, y otro la poseerá; construirás una casa, y no la habitarás; plantarás una viña, y no la vendimiarás. (Deuteronomio 28, 30)

  • El Señor te dispersará entre todos los pueblos, de uno a otro extremo de la tierra, y allí serviréis a otros dioses de madera y de piedra desconocidos de ti y de tus padres. (Deuteronomio 28, 64)

  • Ni tampoco se encuentra más allá de los mares, para que tengas que decir: ¿Quién pasará por nosotros al otro lado de los mares a buscarla para que nos la dé a conocer y la pongamos en práctica? (Deuteronomio 30, 13)

  • "Yo tengo ciento veinte años, ya no puedo andar de un lado para otro; además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. (Deuteronomio 31, 2)

  • El Dios de otro tiempo es tu refugio, y tu sostén sus brazos eternos. Expulsa delante de ti al enemigo, y a ti te dice: Destrúyelo. (Deuteronomio 33, 27)

  • Y Josué exclamó: "Señor, ¿por qué has hecho pasar el Jordán a este pueblo, si es para entregarlo en manos del amorreo y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán! (Josué 7, 7)

  • dijo a todo el pueblo: "Esto dice el Señor, Dios de Israel: Vuestros padres, Téraj, padre de Abrahán y de Najor, vivían antiguamente al otro lado del río Éufrates y adoraban a otros dioses. (Josué 24, 2)

  • Respetad al Señor y servidle con perfección y fidelidad, alejad los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Señor. (Josué 24, 14)

  • Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir, si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos, cuya tierra ocupáis; yo y mi casa serviremos al Señor". (Josué 24, 15)

  • Galaad se quedó al otro lado del Jordán; y Dan, ¿por qué se quedó junto a las naves? Aser se sentó a orillas del mar, y habita tranquilo en sus puertos. (Jueces 5, 17)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina