Löydetty 238 Tulokset: ofrenda quemada
y una ofrenda de flor de harina amasada con aceite: trece kilos y medio por novillo, nueve kilos por carnero (Números 29, 3)
Todo esto, además del holocausto diario, con sus correspondientes ofrendas de pan y de vino, según lo prescrito. Es una ofrenda de olor agradable quemada en honor del Señor. (Números 29, 6)
y la correspondiente ofrenda de flor de harina amasada con aceite: trece kilos y medio por novillo, nueve kilos por carnero (Números 29, 9)
y la correspondiente ofrenda de flor de harina amasada con aceite: trece kilos y medio por novillo, nueve kilos por carnero (Números 29, 14)
Traemos, pues, como ofrenda al Señor los objetos de oro, brazaletes, cadenas, anillos, pendientes y collares que cada uno ha encontrado, para hacer el rito de absolución sobre nosotros delante del Señor". (Números 31, 50)
Amontonarás todo el botín en la plaza pública e incendiarás la ciudad con todo su botín como ofrenda en honor del Señor, tu Dios. Quedará convertida en un montón de ruinas, que nunca se reedificará. (Deuteronomio 13, 17)
Azufre, sal, tierra quemada, eso es toda su tierra. No se podrá sembrar, nada en ella germinará, ni siquiera una hierba crecerá en ella; la catástrofe será semejante a la de Sodoma, Gomorra, Adamá y Seboyín, que el Señor destruyó llevado de su ira y su furor. (Deuteronomio 29, 22)
Manóaj tomó el cabrito y la ofrenda y lo ofreció en holocausto sobre la roca al Señor, que hace maravillas. (Jueces 13, 19)
Su mujer le respondió: "Si el Señor quisiese hacernos morir, no hubiese aceptado el holocausto ni la ofrenda ni nos hubiese revelado todas estas cosas". (Jueces 13, 23)
Respondieron: "Si queréis devolver el arca del Dios de Israel, no la mandéis sin nada; devolvedla con una ofrenda de reconciliación. Entonces curaréis y sabréis por qué su mano no se retiraba de vosotros". (I Samuel 6, 3)
Ellos preguntaron: "¿Cuál debe ser esa ofrenda de reconciliación?". Respondieron: "Cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, una por cada jefe filisteo, porque la plaga fue la misma para vosotros y para vuestros jefes. (I Samuel 6, 4)
Tomad el arca del Señor y ponedla sobre el carro. Poned en un cofre junto a ella los objetos de oro que le dais en ofrenda de reconciliación, y dejadla andar. (I Samuel 6, 8)