Löydetty 443 Tulokset: obras de arte en bronce
y que se lo den a los encargados de las obras del templo del Señor, para que éstos paguen a los obreros que reparan sus desperfectos: (II Reyes 22, 5)
carpinteros, maestros de obras y albañiles, y para comprar maderas y piedras talladas con que reparar el templo. (II Reyes 22, 6)
Safán fue inmediatamente a informar al rey: "Tus siervos han recogido el dinero que había en el templo y se lo han dado a los encargados de las obras". (II Reyes 22, 9)
por haberme abandonado y haber quemado incienso a dioses extranjeros hasta provocar mi indignación con todas las obras de sus manos; mi cólera se encenderá contra este lugar y no se apagará. (II Reyes 22, 17)
Los caldeos hicieron pedazos las columnas de bronce que había en el templo del Señor, las basas y la pila de bronce, y llevaron el bronce a Babilonia. (II Reyes 25, 13)
No se podía calcular el peso de las dos columnas, de la pila y de las basas, hechas por Salomón para el templo del Señor, todo ello de bronce. (II Reyes 25, 16)
La altura de una columna era de nueve metros, y encima había un capitel de bronce cuya altura era de dos metros y medio; alrededor del capitel había una guirnalda con granadas, todo ello de bronce. La segunda columna era igual. (II Reyes 25, 17)
Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, hombres guerreros, portadores del escudo y de la espada, diestros en el manejo del arco y hábiles en el arte de la guerra, en número de 44.760, aptos para las armas, (I Crónicas 5, 18)
Hemán, Asaf y Etán, cantores, hacían resonar címbalos de bronce; (I Crónicas 15, 19)
En Tibjab y en Cun, ciudades de Hadadézer, se apoderó también de una gran cantidad de bronce, que sirvió a Salomón para hacer la pila, las columnas y los utensilios de bronce. (I Crónicas 18, 8)
envió a su hijo Hadorán al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber atacado y vencido a Hadadézer, pues Tou estaba en guerra con Hadadézer. Le envió objetos de oro, plata y bronce, (I Crónicas 18, 10)
Preparó también hierro en abundancia para clavar los batientes de las puertas y las barras; bronce en cantidad incalculable (I Crónicas 22, 3)