Löydetty 205 Tulokset: oído

  • Míranos, Señor, desde tu santa morada, atiéndenos; inclina, Señor, tu oído y escucha. (Baruc 2, 16)

  • Escucha, Israel, los preceptos de vida, tiende tu oído para aprender la sabiduría. (Baruc 3, 9)

  • aquel que haya oído el sonido de la trompeta, si no hace caso y la espada, llegando, le sorprende, será él mismo responsable de su propia muerte. (Ezequiel 33, 4)

  • Y sabrás que yo, el Señor, he oído todos los ultrajes que lanzabas contra los montes de Israel cuando decías: Están devastados, nos han sido dados como presa. (Ezequiel 35, 12)

  • Me habéis desafiado con vuestra boca y habéis acumulado contra mí vuestras palabras: Yo lo he oído. (Ezequiel 35, 13)

  • He oído decir que tú posees el espíritu de Dios y que tienes una intuición, una inteligencia y una sabiduría extraordinarias. (Daniel 5, 14)

  • Pero yo he oído decir que tú eres capaz de dar interpretaciones y resolver dificultades. Si logras leer el escrito y me indicas su significado, serás vestido de púrpura, llevarás al cuello un collar de oro y serás el tercero en el gobierno del reino". (Daniel 5, 16)

  • Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor, (Oseas 5, 1)

  • Visión de Abdías Esto dice el Señor sobre Edón: Hemos oído un mensaje del Señor, un heraldo ha sido enviado a decir a las naciones: "¡En pie, levantémonos y hagámosle la guerra!" (Abdías 1, 1)

  • Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo. (Miqueas 1, 2)

  • Escuchad, montes, el pleito del Señor, prestad oído, cimientos de la tierra, pues el Señor pleitea con su pueblo, entra en juicio contra Israel. (Miqueas 6, 2)

  • He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta. (Habacuc 3, 16)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina