Löydetty 131 Tulokset: muralla de Jericó

  • Así que dieron la voz de alarma a los montes de Samaría, Coná, Bejorón, Belmain, Jericó, Joba, Ajsora y al valle de Salén. (Judit 4, 4)

  • Báquides volvió a Jerusalén y se puso a construir plazas fuertes en Judea, las fortalezas de Jericó, Emaús, Bejorón, Betel, Tamnata, Faratón y Tefón, con altas murallas y puertas con cerrojos, (I Macabeos 9, 50)

  • Tolomeo, hijo de Abubos, era el jefe de la región de Jericó. Tenía mucha plata y oro, (I Macabeos 16, 11)

  • Simón inspeccionaba las ciudades de Judea para enterarse si la administración era justa. El undécimo mes, el de sabat, del año 177 llegó a Jericó con sus dos hijos, Matatías y Judas. (I Macabeos 16, 14)

  • Dos mujeres fueron denunciadas por haber circuncidado a sus hijos; les ataron los hijos a los pechos, y así las pasearon por la ciudad; finalmente, las tiraron por la muralla. (II Macabeos 6, 10)

  • Pero al amanecer del día quinto, veinte jóvenes de las tropas del Macabeo, encendidos de indignación por las blasfemias, se subieron valerosamente sobre la muralla y mataron a cuantos cayeron en sus manos. (II Macabeos 10, 35)

  • Otros, en tanto, subieron igualmente a la muralla, prendieron fuego a las torres y a las puertas y encendieron hogueras en las que quedaron abrasados vivos los blasfemos; derribaron las puertas, entraron todos los demás y se apoderaron de la ciudad. (II Macabeos 10, 36)

  • Pero Judas y sus soldados, en el nombre del gran Señor del universo, que en tiempo de Josué, sin arietes ni máquinas de guerra había derribado las murallas de Jericó, se lanzaron feroces contra la muralla. (II Macabeos 12, 15)

  • El Señor es una muralla para el hombre de vida íntegra, pero una ruina para los criminales. (Proverbios 10, 29)

  • La hacienda del rico es su fuerte ciudadela, en su pensamiento es como una muralla elevada. (Proverbios 18, 11)

  • El sabio asalta una ciudad de héroes y derriba la muralla en que aquélla confía. (Proverbios 21, 22)

  • Aléjate del hombre que tiene poder de matar, y no tendrás que temer la muerte; pero si te acercas a él, no cometas falta, para que no te quite la vida. Ten presente que caminas en medio de lazos y marchas sobre la muralla de la ciudad. (Eclesiástico 9, 13)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina