Löydetty 323 Tulokset: muchos

  • pues se me ha abierto una puerta grande y prometedora para mi trabajo, aunque tengo muchos en contra. (I Corintios 16, 9)

  • Os saludan las iglesias de Asia. Os mandan muchos saludos Áquila y Prisca, con la iglesia que se reúne en su casa. (I Corintios 16, 19)

  • con la ayuda de vuestra oración; si muchos piden a Dios por nosotros, muchos le darán gracias por los favores que nos concede. (II Corintios 1, 11)

  • Nosotros no hacemos negocio con la palabra de Dios, como hacen muchos, sino que la predicamos con sinceridad, de parte de Dios, en presencia de Dios, en unión con Cristo. (II Corintios 2, 17)

  • como tristes, aunque siempre alegres; como miserables, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque lo poseemos todo. (II Corintios 6, 10)

  • Si muchos presumen de méritos humanos, yo también voy a presumir de lo mismo. (II Corintios 11, 18)

  • y que, cuando llegue, me humille mi Dios por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que antes pecaron y no se han arrepentido de la impureza, de la lujuria y el desenfreno a que se entregaron. (II Corintios 12, 21)

  • y cómo aventajaba en el judaísmo a muchos de mi edad en conservar con todo rigor las tradiciones de mis antepasados. (Gálatas 1, 14)

  • Ahora bien, Dios hizo las promesas a Abrahán y a su descendencia. No dice "a tus descendientes", como si fueran muchos, sino a tu descendencia, refiriéndose a Cristo. (Gálatas 3, 16)

  • pues dice la Escritura: Alégrate, estéril, que no das a luz; da gritos de alegría tú, que no conoces los dolores del parto, porque muchos son los hijos de la abandonada, muchos más que los de la que tiene marido. (Gálatas 4, 27)

  • Pues hay muchos entre vosotros, de quienes muchas veces os dije, y ahora tengo que repetirlo con lágrimas en los ojos, que son enemigos de la cruz de Cristo; (Filipenses 3, 18)

  • Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos. (I Timoteo 6, 10)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina