Löydetty 263 Tulokset: monte Carmelo

  • Los hijos de la media tribu de Manasés se establecieron en la región que se extiende entre Basán y Baal Hermón, el Sanir y el monte de Hermón. Eran numerosos. (I Crónicas 5, 23)

  • Los filisteos libraron la batalla contra Israel. Los israelitas huyeron ante los filisteos, y cayeron muertos en gran número en el monte Gelboé. (I Crónicas 10, 1)

  • Al día siguiente los filisteos fueron a despojar a los caídos y encontraron a Saúl y sus hijos caídos en el monte Gelboé. (I Crónicas 10, 8)

  • Jesró, de Carmelo; Naaray, hijo de Ezbay; (I Crónicas 11, 37)

  • Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en Jerusalén, sobre el monte Moria, allí donde su padre había tenido la visión. Era el lugar preparado por David en la era de Ornán, el jebuseo. (II Crónicas 3, 1)

  • Abías, de pie sobre el monte Semaráyim, en las montañas de Efraín, gritó: "Jeroboán, israelitas todos, escuchadme. (II Crónicas 13, 4)

  • Quitó del templo del Señor los dioses extranjeros, el ídolo y todos los altares que él mismo había levantado sobre el monte del templo y en Jerusalén, y los tiró fuera de la ciudad. (II Crónicas 33, 15)

  • Al saberlo, publicaron este bando por todas sus ciudades y en Jerusalén: "Id al monte y traed ramos de olivo, de pino, de mirto, de palma y de otros árboles frondosos para hacer cabañas, como está prescrito". (Nehemías 8, 15)

  • Bajaste sobre el monte Sinaí, hablaste con ellos desde el cielo, les diste disposiciones justas, leyes verdaderas, preceptos y mandamientos buenos. (Nehemías 9, 13)

  • a las poblaciones del Carmelo, Galaad, alta Galilea, gran llanura de Esdrelón, (Judit 1, 8)

  • Cuando los de la ciudad los divisaron, empuñaron sus armas y salieron hacia la cima del monte. Los prácticos en la honda impedían su subida disparándoles piedras. (Judit 6, 12)

  • Ellos, deslizándose por la ladera, ataron a Ajior, lo abandonaron en la falda del monte y se volvieron adonde estaba su jefe. (Judit 6, 13)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina