Löydetty 75 Tulokset: llena

  • La espada del Señor está llena de sangre, empapada de grasa, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grasa de riñones de carneros. Pues el Señor va a hacer un sacrificio en Bosra, una gran matanza en el país de Edón. (Isaías 34, 6)

  • ¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no llena? Escuchadme bien, y comeréis cosas buenas; y os deleitaréis con manjares exquisitos. (Isaías 55, 2)

  • Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de rapiña; así se han hecho grandes y ricos, (Jeremías 5, 27)

  • Conocen las naciones tu derrota, la tierra está llena de tus gritos. El guerrero tropieza con el guerrero, caen los dos a la vez. (Jeremías 46, 12)

  • Vuestra madre está llena de vergüenza, confundida la que os dio a luz. Vedla, la última de las naciones, desierto, aridez, estepa. (Jeremías 50, 12)

  • Porque su tierra está llena de delitos contra el Santo de Israel. Pero Israel y Judá no están viudas de su Dios, el Señor omnipotente. (Jeremías 51, 5)

  • Me respondió: "¡El crimen de la casa de Israel y de Judá es demasiado grande, inmenso; el país está cubierto de sangre y la ciudad llena de violencia! Han dicho: El Señor ha abandonado el país, el Señor no lo ve. (Ezequiel 9, 9)

  • Se burlarán de ti los pueblos vecinos y los lejanos, oh ciudad de mala fama, llena de corrupción. (Ezequiel 22, 5)

  • Esto dice el Señor Dios: "Porque los filisteos han actuado por espíritu de venganza y se han vengado, llena el alma de odio, exterminando a impulsos de una enemistad de siglos, (Ezequiel 25, 15)

  • El Señor puso su mano sobre mí, me trasladó por medio de su espíritu y me dejó en medio de la vega, que estaba llena de huesos. (Ezequiel 37, 1)

  • Galaad es ciudad de malhechores, llena de huellas de sangre. (Oseas 6, 8)

  • Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo. (Miqueas 1, 2)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina