Löydetty 695 Tulokset: israelitas
He decretado que todos los israelitas de mi reino, sacerdotes y levitas, que quieran volver a Jerusalén, vayan contigo, (Esdras 7, 13)
que me granjeó el favor del rey, de sus consejeros y de todos los funcionarios reales más influyentes! Así yo, animado por la ayuda del Señor, mi Dios, convoqué a los israelitas más importantes para que vinieran conmigo. (Esdras 7, 28)
les pesé la plata, el oro y los utensilios que el rey, sus consejeros, sus príncipes y todos los israelitas que se encontraban allí habían ofrecido para el templo de nuestro Dios. (Esdras 8, 25)
Mientras Esdras oraba y hacía esta confesión llorando y postrado ante el templo de Dios, se congregó junto a él una gran multitud de israelitas, mujeres y niños; todos lloraban amargamente. (Esdras 10, 1)
Y entre los israelitas: De los descendientes de Parós: Ramías, Yidías, Malaquías, Miyamín, Eleazar, Malaquías y Benayas. (Esdras 10, 25)
Que tus oídos estén atentos y tus ojos abiertos para escuchar la plegaria de tu siervo, que yo derramo ahora ante ti, día y noche, por los israelitas tus siervos, confesando los pecados que ellos han cometido contra ti. Yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado; (Nehemías 1, 6)
Al enterarse de ello Sambalat, el joronita, y Tobías, el funcionario amonita, no les gustó nada que hubiera venido un hombre a procurar el bien de los israelitas. (Nehemías 2, 10)
Éstos son los israelitas de la provincia de Judá que regresaron del destierro de Babilonia, donde los había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y Judá, cada uno a su ciudad. (Nehemías 7, 6)
Los sacerdotes, los levitas y parte del pueblo se establecieron en Jerusalén; los porteros, los cantores, los sirvientes del templo y los demás israelitas, en sus ciudades respectivas. (Nehemías 7, 72)
En el mes séptimo, cuando ya todos los israelitas estaban instalados en sus ciudades, el pueblo entero se congregó como un solo hombre en la plaza de la puerta del Agua y dijo al escriba Esdras que trajese el libro de la ley de Moisés, dada por el Señor a Israel. (Nehemías 8, 1)
Encontraron escrito en la ley que el Señor había prescrito por medio de Moisés: "Los israelitas deberán vivir en cabañas durante la fiesta del séptimo mes". (Nehemías 8, 14)
Toda la comunidad de los repatriados hizo cabañas y se instaló en ellas. Desde los tiempos de Josué, hijo de Nun, no habían hecho una cosa así los israelitas hasta aquel día. Y la alegría fue inmensa. (Nehemías 8, 17)