Löydetty 378 Tulokset: hace

  • Pablo, después de darle el gobernador la señal de hablar, respondió: "Como sé que desde hace muchos años eres el juez de esta nación, haré confiadamente mi defensa. (Hechos 24, 10)

  • Tú puedes averiguar que no hace más de doce días que fui a Jerusalén a rendir culto a Dios. (Hechos 24, 11)

  • Ellos me conocen hace mucho tiempo y, si quieren, pueden testificar que he vivido como fariseo, conforme a la secta más rigurosa de nuestra religión. (Hechos 26, 5)

  • Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Es que Dios es injusto al descargar su ira? Hablo con criterio humano. (Romanos 3, 5)

  • No soy yo el que lo hace, sino el pecado que hay en mí. (Romanos 7, 17)

  • Y si lo que no quiero, eso es lo que hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que hay en mí. (Romanos 7, 20)

  • Porque no recibisteis el espíritu de esclavitud para recaer de nuevo en el temor, sino que recibisteis el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre! (Romanos 8, 15)

  • el que tenga el de exhortar, que se dedique a exhortar; el que tiene el de repartir limosna, que reparta con generosidad; el que tiene el de presidir, que presida con seriedad; el que hace obras de misericordia, que las haga con alegría. (Romanos 12, 8)

  • El que ama no hace mal al prójimo; así que la plenitud de la ley es el amor. (Romanos 13, 10)

  • El que celebra determinados días lo hace para honrar al Señor, y el que come de todo lo hace en honor del Señor, pues al comer da gracias a Dios; y el que no come de todo lo hace en honor del Señor, pues también da gracias a Dios. (Romanos 14, 6)

  • pero ahora, como ya no hay nada que me retenga en estas regiones y como desde hace tiempo tengo muchas ganas de ir a veros, (Romanos 15, 23)

  • Nada son ni el que planta ni el que riega, sino Dios, que hace crecer. (I Corintios 3, 7)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina