Löydetty 345 Tulokset: guerra de canaán

  • Por eso derramó sobre él el ardor de su cólera y los horrores de la guerra. ¡Rodeado de llamas, no ha entendido; abrasado, no ha prestado atención! (Isaías 42, 25)

  • ¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra. (Jeremías 4, 19)

  • Preparad la guerra contra ella. ¡En pie! ¡Vayamos al asalto en pleno mediodía! ¡Ay de vosotros, que ya el día declina y se extienden las sombras del crepúsculo! (Jeremías 6, 4)

  • ¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra! (Jeremías 18, 21)

  • ¡Sea ese hombre como las ciudades que el Señor destruyó sin compasión! ¡Oiga el grito de alarma por la mañana, el alarido de guerra al mediodía! (Jeremías 20, 16)

  • "Consulta al Señor acerca de nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos hace la guerra. Tal vez el Señor renueve en favor nuestro todas sus maravillas y nuestro enemigo se aleje de nosotros". (Jeremías 21, 2)

  • Los profetas que nos han precedido a ti y a mí ya desde antiguo predijeron a muchos países y a grandes reinos guerra, hambre y peste. (Jeremías 28, 8)

  • Ismael mató asimismo a todos los judíos que estaban comiendo con Godolías, y a los caldeos -eran hombres de guerra- que se encontraban allí. (Jeremías 41, 3)

  • si decís: ¡No!, nos iremos a Egipto, donde no veamos más la guerra, ni oigamos el sonido de la trompeta, ni suframos más hambre, allí nos instalaremos, (Jeremías 42, 14)

  • Por eso, vienen días -dice el Señor- en que haré resonar contra Rabat Amón el grito de guerra; quedará convertida en un montón de ruinas y sus poblaciones vecinas serán incendiadas. Entonces Israel heredará a sus herederos -dice el Señor-. (Jeremías 49, 2)

  • He recibido del Señor un mensaje, un heraldo ha sido enviado a las gentes: "Congregaos, marchad contra este pueblo, ¡en pie para la guerra!". (Jeremías 49, 14)

  • ¡Clamor de guerra en el país, desastre inmenso! (Jeremías 50, 22)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina