Löydetty 34 Tulokset: grasas
Las grasas de un animal muerto o destrozado podréis emplearlas para cualquier uso, pero nunca comerlas. (Levítico 7, 24)
El que coma las grasas de los animales que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será extirpado de su pueblo. (Levítico 7, 25)
Presentará con sus propias manos la ofrenda que ha de ser quemada, a saber, las grasas y el pecho, para ofrecerlo con el rito de presentación delante del Señor. (Levítico 7, 30)
El sacerdote quemará las grasas sobre el altar, y el pecho será para Aarón y sus hijos. (Levítico 7, 31)
la cual pertenecerá al hijo de Aarón que haya ofrecido las grasas y la sangre del sacrificio de reconciliación, (Levítico 7, 33)
Tomó todas las grasas que envuelven las entrañas, la sabanilla que recubre el hígado y los dos riñones con sus grasas, y los quemó sobre el altar. (Levítico 8, 16)
Lo descuartizó y quemó la cabeza, los trozos y las grasas. (Levítico 8, 20)
Tomó las grasas, la cola, todas las grasas que envuelven las entrañas, la sabanilla que recubre el hígado, los dos riñones, juntamente con sus grasas, y la pierna derecha; (Levítico 8, 25)
de la cesta de los panes sin levadura, que estaba delante del Señor, tomó una torta sin levadura, una torta amasada con aceite, y un hojaldre, y los puso sobre las grasas y la pierna derecha. (Levítico 8, 26)
Quemó luego sobre el altar las grasas de la víctima, los riñones y la sabanilla del hígado, como el Señor había ordenado a Moisés; (Levítico 9, 10)
Las grasas del toro y del carnero, la cola, la grasa que cubre las entrañas, los riñones y la sabanilla del hígado, (Levítico 9, 19)
una llama que salía de la presencia del Señor consumió el holocausto y las grasas sobre el altar. Ante esta visión, todo el pueblo lanzó gritos de alegría y cayeron rostro en tierra. (Levítico 9, 24)