Löydetty 254 Tulokset: frente

  • Todos éstos eran de la tribu de Gad, jefes del ejército, el más pequeño podía hacer frente a cien hombres; el mayor, a mil. (I Crónicas 12, 15)

  • David consultó otra vez a Dios, y Dios le respondió: "No los ataques de frente; da un rodeo por detrás y atácalos por el lado de las balsameras. (I Crónicas 14, 14)

  • Contrataron a sueldo al rey de Maacá, sus tropas y treinta y dos mil carros, que acamparon frente a Madabá, mientras los amonitas, reunidos fuera ya de sus ciudades, estaban prontos al combate. (I Crónicas 19, 7)

  • Joab, viendo que tenía dos frentes, uno delante y otro detrás, seleccionó la flor y nata del ejército de Israel y los puso en orden de batalla frente a los sirios; (I Crónicas 19, 10)

  • Los sirios, viendo que habían sido derrotados por Israel, mandaron a buscar a los sirios del otro lado del Éufrates; se puso al frente de ellos Sofac, general en jefe del ejército de Hadadézer. (I Crónicas 19, 16)

  • Éste es el Benayas que pertenecía a los treinta héroes; estaba al frente de los treinta y de su clase. Hijo suyo era Amizadab. (I Crónicas 27, 6)

  • Al frente de los almacenes del rey estaba Azmávet, hijo de Adiel; al frente de los almacenes de las ciudades, aldeas y fortalezas de la provincia estaba Jonatán, hijo de Uzías; (I Crónicas 27, 25)

  • al frente de los obreros del campo, que labran las tierras, Ezrí, hijo de Quelub; (I Crónicas 27, 26)

  • al frente de las viñas, Simeí de Ramá; al frente de las bodegas, Zabdí de Sefán; (I Crónicas 27, 27)

  • al frente de los olivos y sicómoros en la Sefela, Baaljanán, de Guéder; al frente de los depósitos de aceite, Joás; (I Crónicas 27, 28)

  • al frente del ganado mayor que pastea en los valles, Safat, hijo de Adlay; (I Crónicas 27, 29)

  • al frente de los camellos, Obil, el ismaelita; al frente de las asnas, Yejdías de Meronot; (I Crónicas 27, 30)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina