Löydetty 243 Tulokset: filisteos derrotados
Ésta es la tierra que queda: todos los distritos de los filisteos y todo el territorio de los guesuritas; (Josué 13, 2)
desde el Sijor, en la frontera de Egipto, hasta los confines de Ecrón, al norte, considerado de los cananeos; los cinco principados filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón; al sur, los heveos; (Josué 13, 3)
Los cinco principados filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los hititas que habitaban la montaña del Líbano, desde la montaña de Baal Hermón hasta la entrada de Jamat. (Jueces 3, 3)
Después de él, fue juez Sangar, hijo de Anat. Él derrotó a los filisteos, en número de seiscientos hombres, con una aguijada de bueyes. También él salvó a Israel. (Jueces 3, 31)
Los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Señor; dieron culto a los Baales y Astartés y a los dioses de Arán y de Sidón, a los dioses de Moab, a los de los amonitas y filisteos. Abandonaron al Señor y dejaron de darle culto. (Jueces 10, 6)
La ira del Señor se encendió contra ellos y los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas. (Jueces 10, 7)
Los amonitas y los filisteos oprimieron cruelmente durante dieciocho años a los israelitas de Transjordania, en el país amorreo, en Galaad. (Jueces 10, 8)
El Señor respondió: "Cuando los egipcios y los amorreos, los amonitas y los filisteos, (Jueces 10, 11)
Los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Señor, y el Señor los entregó en manos de los filisteos durante cuarenta años. (Jueces 13, 1)
porque vas a concebir y darás a luz un hijo. No se le cortará el cabello, porque el niño estará consagrado al Señor desde el vientre de su madre. Él comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos". (Jueces 13, 5)
Sus padres le respondieron: "¿Es que no hay una mujer en nuestra tribu o en todo Israel, para que vayas a buscar mujer entre esos filisteos incircuncisos?". Sansón respondió a su padre: "Dame ésa, porque me gusta". (Jueces 14, 3)
Sus padres no sabían que lo había dispuesto así el Señor, el cual buscaba un pretexto para atacar a los filisteos, que, por entonces, oprimían a Israel. (Jueces 14, 4)