Löydetty 369 Tulokset: están

  • Pero el hombre de Dios mandó a decir al rey de Israel: "No pases por tal lugar, porque los sirios están allí emboscados". (II Reyes 6, 9)

  • Y él respondió: "No temas, pues son más los que están con nosotros que los que están con ellos". (II Reyes 6, 16)

  • Pero el copero mayor les respondió: "¿Es que me ha enviado mi señor a decir estas cosas a tu señor y a ti, y no más bien a los hombres que están sobre la muralla, los cuales, igual que vosotros, van a tener que comer sus excrementos y que beber sus orines?". (II Reyes 18, 27)

  • ¿Dónde están los dioses de Jamat y Arpad? ¿Dónde los dioses de Sefarváyim, de Hená y de Avá? ¿Dónde están los dioses de la tierra de Samaría? ¿Es que libraron a Samaría de mi mano? (II Reyes 18, 34)

  • ¿Dónde están ahora el rey de Jamat, el de Arpad, de la ciudad de Sefarváyim, de Hená y Avá?". (II Reyes 19, 13)

  • Aquí están las clases de sacerdotes y levitas para todo el servicio del templo del Señor; contarás también con voluntarios expertos en cualquier clase de trabajo. Los jefes y todo el pueblo están a tu disposición". (I Crónicas 28, 21)

  • Los hechos del rey David, desde el principio hasta el fin, están escritos en las crónicas de Samuel, el vidente; en las crónicas de Natán, el profeta, y en las crónicas de Gad, el vidente, (I Crónicas 29, 29)

  • ¡Dichosas tus mujeres!, ¡dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría! (II Crónicas 9, 7)

  • El resto de la historia de Abías, su conducta y sus obras están escritas en el comentario del profeta Idó. (II Crónicas 13, 22)

  • Los hechos de Asá, desde el principio al fin, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 16, 11)

  • La noticia llegó a Josafat en estos términos: "Una horda numerosa viene contra ti del otro lado del mar Muerto, de Edón; ya están en Jasasón Tamar, es decir, en Engadí". (II Crónicas 20, 2)

  • Que nadie entre en el templo del Señor más que los sacerdotes y levitas que estén de servicio; éstos podrán entrar porque están consagrados. Todo el pueblo observará las prescripciones del Señor. (II Crónicas 23, 6)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina