Löydetty 363 Tulokset: ejército de madián
Pues el Señor está irritado contra todas las naciones, enfurecido contra todo su ejército. Los ha condenado al exterminio, los ha entregado a la matanza. (Isaías 34, 2)
Todo el ejército de los cielos se disuelve, los cielos se enrollan como un libro, y todo su ejército se amustia, como se amustia el follaje de la vid, como las hojas mustias de la higuera. (Isaías 34, 4)
el que hizo avanzar carros y caballos y un imponente ejército: ahora yacen tendidos para no alzarse más, se apagaron como una mecha que se extingue. (Isaías 43, 17)
Soy yo quien ha hecho la tierra, y en ella he creado al hombre; yo mismo con mis manos he extendido los cielos, y a todo su ejército doy órdenes. (Isaías 45, 12)
Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Efá; todos vendrán de Sabá, trayendo oro e incienso y cantando las glorias del Señor. (Isaías 60, 6)
El ejército del rey de Babilonia estaba a la sazón asediando a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba detenido en el patio de la cárcel del palacio real de Judá, (Jeremías 32, 2)
Palabra que el Señor dirigió a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército, con todos los reinos de la tierra sometidos a su imperio y a todos los pueblos, atacaban a Jerusalén y a todas sus ciudades. (Jeremías 34, 1)
mientras el ejército del rey de Babilonia combatía contra Jerusalén y contra las ciudades de Judá: Laquis y Azeca, que, entre las plazas fuertes de Judá, eran las únicas que todavía resistían. (Jeremías 34, 7)
Entregaré también a Sedecías, rey de Judá, y a sus oficiales en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su muerte, en poder del ejército de Babilonia, que acaba de replegarse lejos de vosotros. (Jeremías 34, 21)
Sólo que, al llegar a nuestra tierra Nabucodonosor, rey de Babilonia, dijimos: Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejército de los caldeos y de los sirios, y nos hemos establecido en Jerusalén". (Jeremías 35, 11)
Por entonces también salió de Egipto el ejército del Faraón, y, al enterarse de ello los caldeos, que tenían puesto el cerco a Jerusalén, se retiraron de la ciudad. (Jeremías 37, 5)
"Esto dice el Señor, Dios de Israel: Así habréis de decir al rey de Judá, que os ha enviado a consultarme: El ejército del Faraón, que venía en vuestra ayuda, se va a volver a su país de Egipto, (Jeremías 37, 7)