Löydetty 693 Tulokset: efusión del Espíritu Santo
Para esto se anunció el evangelio a los muertos, para que los encadenados en la carne por los hombres vivan según Dios en el espíritu. (I Pedro 4, 6)
Dichosos vosotros, si sois ultrajados en nombre de Cristo, pues el Espíritu de la gloria, que es el Espíritu de Dios alienta en vosotros. (I Pedro 4, 14)
Esta voz bajada del cielo la oímos nosotros cuando estábamos con él en el monte santo, (II Pedro 1, 18)
pues los profetas nunca hablaron por su propia cuenta, sino que hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo. (II Pedro 1, 21)
Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia que, después de haberlo conocido, apartarse del mandamiento santo que se les había transmitido. (II Pedro 2, 21)
Vosotros, sin embargo, habéis recibido la unción que viene del Santo, y todos tenéis conocimiento. (I Juan 2, 20)
El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Por esto conocemos que él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. (I Juan 3, 24)
Pero nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha; y el que no es de Dios no nos escucha. En esto distinguimos el espíritu de la verdad y el espíritu del error. (I Juan 4, 6)
Por esto conocemos que estamos con él y él en nosotros: porque él nos ha dado su Espíritu. (I Juan 4, 13)
Es él, Jesucristo, el que ha venido con agua y sangre; no sólo con agua, sino con agua y sangre. Y es el Espíritu el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. (I Juan 5, 6)
el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. (I Juan 5, 8)
Estos son los que provocan discordias, hombres sensuales, privados del Espíritu. (Judas 1, 19)