Löydetty 15 Tulokset: duodécimo
El duodécimo día hizo su ofrenda Ajirá, hijo de Enán, jefe de los hijos de Neftalí. (Números 7, 78)
El año treinta y siete de la cautividad de Jeconías, rey de Judá, el duodécimo mes, el día veintisiete del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su ascensión, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la prisión. (II Reyes 25, 27)
el duodécimo, Yasabías, sus hijos y hermanos: doce en total; (I Crónicas 25, 19)
El jefe de la duodécima división, para el duodécimo mes, era Jelday de Netofá, descendiente de Otniel. (I Crónicas 27, 15)
En el mes primero, el de nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, se echó delante de Amán pur, es decir, suerte, para determinar el día y el mes, y salió el día trece del duodécimo mes, el de adar. (Ester 3, 7)
Los correos llevaron a todas las provincias del reino las cartas que mandaban exterminar a todos los judíos, jóvenes y viejos, niños y mujeres, el mismo día, es decir, el trece del duodécimo mes, el mes adar, y confiscar todos sus bienes. (Ester 3, 13)
El trece de adar, duodécimo mes del año, día en que los enemigos de los judíos esperaban apoderarse de ellos, ocurrió lo contrario, y fueron los judíos los que se apoderaron de sus enemigos. (Ester 9, 1)
ordenamos que todos los que os sean indicados en las cartas de Amán, que está al cargo de nuestros asuntos y es nuestro segundo padre, sean pasados a espada con sus mujeres e hijos, sin piedad y miramiento alguno, el día catorce del duodécimo mes, el de adar, del presente año. (Ester 13, 6)
y ayudadles para que puedan defenderse de los que estaban preparados para exterminarlos el día trece del duodécimo mes, el de adar. (Ester 16, 20)
fijándose como día festivo el 13 del mes duodécimo, adar en arameo, día que precede a la fiesta de Mardoqueo. (II Macabeos 15, 37)
En el año treinta y siete de la deportación de Jeconías, rey de Judá, el día veinticinco del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su subida al trono, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52, 31)
El año undécimo, el día uno del duodécimo mes, el Señor me dirigió la palabra y me dijo: (Ezequiel 32, 1)