Löydetty 373 Tulokset: dedicación del altar

  • Tomaron piedras sin labrar, según la ley, y levantaron un altar igual que el primero. (I Macabeos 4, 47)

  • hicieron nuevos vasos sagrados, llevaron al templo el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa. (I Macabeos 4, 49)

  • Quemaron incienso sobre el altar y encendieron las lámparas del candelabro, que iluminaron el interior del templo. (I Macabeos 4, 50)

  • y ofrecieron un sacrificio legal en el altar de los holocaustos que habían construido. (I Macabeos 4, 53)

  • El altar fue inaugurado al son de cítaras, liras y címbalos en el mismo mes y día en que fue profanado por los gentiles. (I Macabeos 4, 54)

  • y celebraron con alegría la dedicación del altar, ofreciendo durante ocho días holocaustos y sacrificios de acción de gracias. (I Macabeos 4, 56)

  • Judas, sus hermanos y toda la asamblea de Israel acordaron festejar con alegría la dedicación del altar cada año, a su tiempo, durante ocho días, a partir del 25 de quisleu. (I Macabeos 4, 59)

  • Cuando los pueblos vecinos supieron que el altar había sido reconstruido y restaurado, como antes el templo, se irritaron grandemente (I Macabeos 5, 1)

  • que habían destruido el ídolo repugnante levantado por él sobre el altar de Jerusalén y habían rodeado de altas murallas, como antes, el templo y Betsur, una de sus ciudades. (I Macabeos 6, 7)

  • Los sacerdotes entraron y, de pie ante el altar del templo y entre sollozos, dijeron: (I Macabeos 7, 36)

  • Debiendo celebrar la purificación del templo el día 25 del mes de quisleu, os lo comunicamos para que también vosotros celebréis los tabernáculos y la memoria del fuego, cuando Nehemías, después de reconstruir el templo y el altar, ofreció sacrificios. (II Macabeos 1, 18)

  • Porque cuando nuestros padres eran llevados a Persia, los piadosos sacerdotes de entonces tomaron en secreto el fuego del altar, lo escondieron en una concavidad, como un pozo seco, y lo ocultaron de modo que aquel lugar quedara ignorado de todos. (II Macabeos 1, 19)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina